Como creador del método Terapia Del Alma (TDA), que he impartido en tres continentes durante más de dos décadas, comparto con ustedes: es posible cumplir todos nuestros deseos del alma en esta vida —salud, abundancia, relaciones y familia, creatividad y más— cultivando la autoconciencia. Y, más aún, ascender al nivel de identidad, de la “persona” al “alma”, para experimentar la “Fuente” de la vida, es decir, experimentar a Dios actuando a través de ti. Esto es, en mi visión, la culminación del acto de creación: servir y ser instrumento de la Divina Presencia, en tu viaje de autorrealización.
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